Este año los reyes han traído a la factoría de FERRARI el nuevo F1 2008, el coche con el que esperan revalidar los dos títulos conseguidos en la temporada anterior. Aunque este no es el coche definitivo con el que Ferrari empezará la temporada en Australia, se ven a simple vista varios cambios importantes respecto al monoplaza del año anterior.
En el apartado de modificaciones, podemos resumir: el monocasco ha sido recortado a la altura de las piernas del piloto y los pontones y cubiertas del motor son más estrechos. La suspensión también se ha modificado para mejorar la aerodinámica del coche. La batalla se ha acortado también para mejorar la velocidad del Ferrari en circuitos más revirados como el de Mónaco.
La distribución de pesos también ha sido revisada con objetivo de mejorar la estabilidad y hacer que el coche trate lo mejor posible a los neumáticos Bridgestone. También incorpora la "polémica" SECU, fabricada por McLaren y Microsoft, la cual es la causante de que este año ningún monoplaza disponga de control de tracción, freno motor, sistema de salida o que el cambio de marchas sea mucho más simple.
Ya solo falta ver como este año nos hace disfrutar con una temporada plagada de emoción y sobre todo victorias.
Este es el prototipo presentado por Ferrari en el Salón de Detroit. Lo que hace especial a este F430 se encuentra en su motor V8 de 4.3 litros del tipo E85 (85% etanol y 15% gasolina), declara 500 cv y consigue reducir en un 5% las emisiones de CO2. Este puede ser el primer paso en la nueva estrategia de emisiones que tiene Ferrari, la cual pretende reducir en un 40% estas emisiones para 2012.
En el apartado de modificaciones, podemos resumir: el monocasco ha sido recortado a la altura de las piernas del piloto y los pontones y cubiertas del motor son más estrechos. La suspensión también se ha modificado para mejorar la aerodinámica del coche. La batalla se ha acortado también para mejorar la velocidad del Ferrari en circuitos más revirados como el de Mónaco.
La distribución de pesos también ha sido revisada con objetivo de mejorar la estabilidad y hacer que el coche trate lo mejor posible a los neumáticos Bridgestone. También incorpora la "polémica" SECU, fabricada por McLaren y Microsoft, la cual es la causante de que este año ningún monoplaza disponga de control de tracción, freno motor, sistema de salida o que el cambio de marchas sea mucho más simple.